Algunos de los numerosos arroyos que surcan la Sierra Norte se encuentran, de repente, con bruscos desniveles y sus cauces forman bellísimas chorreras que descienden por los peñascos rocosos que se suceden en el paisaje serrano madrileño.
La mayor cascada de la Comunidad de Madrid es la Chorrera de los Litueros, situada aproximadamente a un kilómetro del Puerto de Somosierra. Por la antigua carretera N-I, un camino que sale a mano derecha conduce al arroyo de Las Pedrizas. Una vez cruzada su cuenca, un sendero lleva hasta el impresionante paraje que crea el arroyo del Caño al caer entre rocas de gran tamaño. Una vez que el agua ha descendido, dicho arroyo se une al de Las Pedrizas, convirtiéndose en el nacimiento del Duratón, conocido por ser el elemento que da origen al Parque Natural de la Hoces del río Duratón, en la provincia de Segovia, cerca de la localidad de Sepúlveda.
Desde San Mamés –uno de los dos núcleos urbanos que forman el término municipal de Navarredonda–, parte un camino de tierra que conduce hasta el elemento natural más soberbio de la localidad, la Chorrera de San Mamés. Se trata de una cascada de 30 metros de altura que desciende por una zona rocosa de manera espectacular. Está situada a una altitud de 1.470 metros y pertenece al arroyo de Pinilla.
También en el enclave natural privilegiado del Cancho puede disfrutarse de otra maravillosa chorrera, la que se forma a la entrada del arroyo Gargüeña en el municipio de Navalafuente, del que es su principal curso fluvial.